Volviendo a Kyoto, en la zona de Kitayama, al norte, cerca del Kinkakuji, visitamos el Templo Ryoanji, Templo del Dragón Pacífico. El templo pertenece a la escuela Myoshinji de la rama Rinzai del Budismo Zen.
Fue construido en 1450 por Hosokawa Katsumoto, que trabajaba a las órdenes del shogun Ashikaga. Poco después de su construcción se vino abajo por un incendio en las guerras Onin, y tuvo que ser reconstruido. En el siglo XVIII volvió a sufrir otro incendio.
En el recinto hay un lago, el lago Kyoyochi.


Al visitar el edificio principal del templo, había que descalzarse. Al entrar vimos un biombo con caligrafía.

Después llegamos a una zona de habitaciones con tatami y paneles con pinturas por paredes.

Justo enfrente de dos de estas habitaciones, se encuentra la zona más conocida de este templo: el Jardín de Rocas, un karesansui o jardín seco. El jardín consta de 15 rocas dispuestas en un grupos y colocadas sobre un lecho de piedrecillas blancas. La intención del autor al diseñar este jardín es un misterio, con lo que aun se desconoce su significado.


La verdad es que es un sitio muy tranquilo y precioso para ver. Por suerte, aunque había bastante gente, había menos que, por ejemplo, en el Kinkakuji, con lo que pudimos disfrutar mejor del ambiente. Al llegar al jardín te puedes sentar frente a él y dedicarte simplemente a observarlo.
Después, siguiendo el paseo por el interior del edificio principal y observando lo que le rodea, vimos esta fuente,

Se llama Tsukubai, que significa «agacharse», ya que hay que agacharse para utilizarla. Podéis ver que en la piedra hay cuatro caracteres. Por lo que he podido leer aquí, si a estos cuatro caracteres se añade el hueco cuadrado del medio como otro ideograma más, y se lee en el sentido de las agujas del reloj, la inscripción se puede traducir como «Aprendo sólo para estar contento», «Sólo conozco satisfacción» o «El conocimiento que es dado es suficiente». Éstos son conceptos importantes de la filosofía Zen.
Un detalle curioso que vimos, y que también habíamos apreciado en otros templos, es el de los cubos de agua. Éstos son edificios de madera, y si prende una chispa, es fácil que el fuego se propague fácilmente. Así que, todo alrededor del templo, había cubos de agua rojos preparados para utilizar en caso necesario.
