Aquí en Japón, cuando uno se va de viaje o de vacaciones, es costumbre traer a la vuelta omiyage, que es como un souvenir.
El omiyage se trae para los amigos, familiares, compañeros de trabajo, jefes, profesores, compañeros de clase, etc. Es una señal de que uno se ha acordado de estas personas, mientras ha estado fuera. En el entorno de trabajo, además, esto significa tener el detalle de traer algo a los compañeros, ya que te has ausentado mientras ellos han seguido trabajando. Por esto es importante no olvidarse del omiyage.
Es una costumbre muy arraigada, por lo que hemos podido apreciar, ya que en todos los sitios turísticos en los que estuvimos había tiendas, incluso calles enteras con tiendecitas dedicadas a estos regalos. Incluso, en las estaciones de tren grandes hay zonas dedicadas a la venta de los omiyage, por si no has comprado durante tu estancia en el lugar. Lo más común sea probablemente regalar comida. Al menos en el trabajo es lo más sencillo porque así llevando, por ejemplo, cajas de dulces o galletas todos pueden probar. Imagino que cuando se hace regalos a la familia o amigos puede ser también común regalar artesanía, sake, ropa…
Nosotros cuando estuvimos en Kansai trajimos regalos para los compañeros del laboratorio, para las sensei de japonés y para nuestra vecina, que siempre se porta fenomenal con nosotros y que además, por cierto, también nos trajo omiyage en su último viaje: unos deliciosos manju. Intentamos no olvidarnos de nadie, sobre todo pensando en llevar cosas suficientes para el laboratorio, ya que son muchos allí. Esto fue lo que compramos:


Intentamos traer dulces y galletas típicos de la zona. Algunos incluso los podías probar en las tiendas, ¡así que nos aseguramos de que eran cosas ricas! Por ejemplo, en la segunda foto, las tres cajas que tienen el mismo dibujo son de yatsuhashi, que a mí me encantaron, de una tienda típica de Kyoto (no pude evitar traerme una cajita para nosotros… ^_^).
Éstas son un par de fotos de tiendas de regalos en sitios de Kyoto.


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Esto del omiyage es una de las cosas que más practico… aparte de que me gusta estar mirando todo lo «menudito» que hay en las tiendas de souvenir.
El yatsuhashi también me gusta! oportunidad que tengo, suelo comprarlo… y, especialmente, busco sólo la «envoltura», el kawa … creo que se me ha vuelto un vicio!
Se vuelve un problema cuando piensas en los omiyage para llevar a la Familia… cuando ésta es numerosa.
Saludos
¿Te gusta el yatsuhashi? Pues a mi no me gusta mucho… 🙂
Saludos.
Cris Ciertamente las tiendas de omiyage tienen montones de cosas, vamos como para volverse una loca buscando algo, ¿verdad? ¡Saludos!
nora Es bueno que a cada uno nos gusten cosas distintas. Si no… ¡sería un poco aburrido! ¿No te parece? ¡Saludos!
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