El lunes por la tarde-noche, hora española, llegamos a casa.
El vuelo fue bien, aunque pesadito, porque se hace bastante largo, la verdad.
En París además teníamos solo una hora y pico de tiempo entre los dos vuelos, así que entre que el aeropuerto francés es un peñazo porque teníamos que coger un autobús para ir de una terminal a la otra y que desde que aterrizó el avión pasó bastante rato hasta que pudimos bajar por no sé qué problemas técnicos, anduvimos corriendo para llegar a tiempo. Esto sin contar además el paso por inmigración y el control de equipaje de mano.
Creo que no se hubieran ido sin nosotros, porque éramos unos cuantos de nuestro avión los que teníamos que coger el vuelo a Bilbao, pero había que darse prisa por si acaso.
El caso es que llegamos todos bien y poco rato después estábamos en Loiu.
Como anécdota más llamativa del viaje, os puedo contar que tuvimos como compañeros de viaje a un grupo de amigos guipuzcoanos que habían estado prácticamente el mismo tiempo que nosotros en Japón visitando a un amigo suyo. Lo curioso del tema es que este amigo resulta que era vecino de Arandelaさん, y lo más curioso es que durante nuestras vacaciones nos los encontramos a todos juntos en un tren de la JR que iba hacia Takao. Como ellos mismos decían, como si Japón y Tokyo fueran pequeños…
Este chico, el vecino (o ex-vecino) de Arandelaさん planeó irse el año pasado a Tokyo, y antes de hacerlo quiso hablar con Arandelaさん para que le contara un poco nuestra experiencia y saber un poco más del tema. Después de eso marchó y desde entonces está viviendo allí.
Cuando hace una semana y pico íbamos en el tren hacia Kichijoji, entró en nuestro vagón un grupo de españoles. Nosotros íbamos muy ausentes, a lo nuestro. Bueno, de hecho Arandelaさん iba prácticamente dormido, cuando de pronto, al oir las voces de los chicos, abre los ojos, se gira, y se queda todo alucinado. Yo más, claro.
Total que era su vecino con sus amigos, y se empiezan a saludar en el vagón al más puro estilo de aquí (que no estilo japonés, ya me entendéis), y nada, ahí estuvieron hablando un ratito hasta que nos bajamos del tren. Nos quedamos todos bastante sorprendidos por la coincidencia.
Y más coincidencia fue que viajáramos de vuelta en el mismo avión y con los asientos pegaditos.
Bueno, a ver si os voy contando poco a poco las cosas que hemos hecho en estas semanitas niponas y también enseñando las fotos que hemos hecho. Aunque un poco ya habéis visto de la mano de Santi…

月曜日に家に戻りました。
飛行は、長いのですが、安全でした。 すべてがうまく行きました。
パリの空港に、次の飛行まで時間は短かったので、私たちは少し走らなければなりませんでした。でも最後に大丈夫でした。
飛行で、となりの人たちはアントニオさんの故郷の人たちでした。彼らは、最近東京に住んでいる友達に会うために日本に旅行しました。最もおもしろいものは、また、私たちが先週の東京のJR線の電車でそれらに皆、会ったということです。それは、大きい偶然(ぐうぜん)の一致(いっち)でした。
じゃ、そろそろ東京の旅行について書くつもりです、そして写真を見せます。
On Monday we came back home.
The trip was fine, although it was so long.
In Paris airport, we had to run a bit to catch the next flight, because we had very short time between flights.
On the plane, the people seated next to us were people from Antonio’s hometown, who had traveled to Japan to visit a friend who is now living in Tokyo. It was a big coincidence, because we also met them last week on a JR train in Tokyo.
Well, slowly I will write more things about our trip, and also I will show some pictures we took.