Éstas últimas semanas he hecho algunas cosas nuevas.
Os confieso la verdad, ahora ya ha terminado pero… He estado toda enganchada al Tour de Francia. Toda la vida diciéndole a mi padre que eso del ciclismo era un rollo, y aquí me tenéis, a los 33 descubriendo que puede llegar a ser interesante (sí, aita, tenías razóooooon). Nunca es tarde para descubrir cosas… Y mientras pasaba las tardes amenizadas por las retransmisiones de Perico Delgado y su compañero Carlos de Andrés, que son muy majetes los dos y me han hecho reír un rato, el tiempo me ha cundido bastante en cuanto a manualidades se refiere.
Además de la camiseta del post anterior, que me llevó un tiempecito, he cosido bajos de pantalones, una bolsa para el pan a juego con un delantal que me hice anteriormente, un cojín para una banquetita para mi padre, un alfiletero nuevo… Y además, como no, cositas a ganchillo, siguiendo algunos patrones que encuentro en libros, que son las que os enseño aquí.
Primero fueron los champis:

Después llegó un gran descubrimiento: los donuts.

Veréis, los donuts molan bastante. El primero que hice fue el del medio. No es muy grande, y resulta que después de hacerlo pasé ratos con el en la mano sin darme cuenta, ya que puedes estrujarlo lo que quieras, en plan bola anti-estrés, que siempre vuelve a su ser. ¡Es genial! Además por su tamaño puedes utilizarlo de llavero o colgante de adorno. Así que Arandelaさん me pidió uno para tener de llavero. Al preguntarle me dijo que lo quería con cobertura de chocolate y vainilla (se dejó llevar por su amor al chocolate), que es el de arriba, pero después se le ocurrió que prefería uno con cobertura de fresa y nata que hiciera juego con su moto. Así que hice uno nuevo, que ahora guarda las llaves de la susodicha:

El último que hice fue el rosa con chispitas de caramelo:

Después de los donuts, hice esta mini-cajita-manzana:


Y, por último, algo que está causando sensación en casa: la bola-asteroide. La bola-asteroide mola un montón, porque además de estrujarla lo que quieras, puedes jugar con ella como si fuera una pelota pero al ser blandita no hace daño. Encima, al tener muchas puntas, a veces su recorrido es impredecible, lo que hace el juego mucho más divertido.

Primero hice la roja, y después, ante el éxito obtenido, hice la amarilla. Con estos hilos bicolores queda muy chula, creo yo. Como tengo más de estos hilos, seguro que haré asteroides en más colores.
Encontré la bola-asteroide (bueno, el nombre se lo hemos puesto nosotros, jeje) aquí, aunque cambié la manera de hacerla ya que seguir el patrón que aparece en la página me resultaba algo complicado.
¡Ya veis que he hecho un montón de cosas! Vive le Tour! ^__^