Hoy quiero compartir un tema del que seguro que todos tenéis alguna experiencia similar: las compañías telefónicas y cómo nos dejamos tratar por ellas.
Hace unos meses, decidimos cambiar de compañía. Estábamos con Euskaltel y, viendo que otras compañías estaban sacando ofertas nuevas y más atractivas, empezamos a pensárnoslo. Antes de decidirnos a cambiar, como estábamos más o menos contentos con el servicio que nos daban, les llamamos para ver si tenían alguna oferta para los ya clientes, que mejorara un poco nuestras condiciones del momento, y de esta manera no tener que cambiar. Peeero, nos dijeron que nanai, vamos, que las ofertas buenas son solo para los no-clientes, o sea, para captar nuevos, pero que al parecer no tenían ningún interés en mantener a los que ya lo eran. En fin, esto ya de por sí, aunque no nos sorprende porque es así como funcionan las cosas, al menos por aquí, no se entiende mucho. Digo yo que debería interesarles no perder clientes y, por tanto, intentar cuidarlos un poquito ¿no?
Así que miramos otras ofertas y decidimos cambiar a la entonces Telefónica. Aquí ya empiezas a alucinar, porque en cuanto llegó la notificación de baja a Euskaltel, cogen y nos llaman ofreciendo ofertas mejores que la que teníamos… Pero señores, ¿no sería más fácil haberlo hecho antes, de manera que yo no me tuviera que cambiar de compañía? ¿Si antes no podían hacernos ninguna nueva oferta, por qué ahora sí?
Bueno, nosotros ya habíamos hecho la gestión y ya iba a ser un lío dar marcha atrás, así que lo dejamos estar. Ya era tarde. Para la próxima.
Ahora bien, voy con Telefónica. En sí no tenemos quejas del servicio que nos dan, peeero todos nuestros problemas con la compañía han venido de la mano de la amable comercial con la que tratamos.
Claro, volvemos al tema de la diferencia de clientes. Cuando fuimos allí a informarnos sobre la oferta (decidimos hacerlo en persona en vez de por teléfono o por internet previendo posibles problemas), oye, fue todo supergenial. Un montón de rato explicándonos, toda la charla completa, «Ya veréis qué bien», «No os vais a arrepentir», «¡Uf! Si en vuestra zona tenéis una cobertura genial.» Aquello ya debería haberme hecho reflexionar un poco. Y es que, veréis, la gente con actitud «tan comercial» no me suele resultar de mucha confianza.
Finalmente nos lo pensamos y decidimos hacer el cambio. Y empezó la movida.
Bueno, no me acuerdo de todo lo que pasó, pero en resumen, al gestionar la orden de alta alguien se equivocó (desde luego, no fui yo), con lo que si bien nos instalaron la línea telefónica enseguida, pasaron como tres semanas sin internet y tele. Esto ya de por sí resulta muy cabreante, además la comercial tardó en resolver el asunto (Arandelaさん incluso se enfadó y le llamó a ver qué pasaba, mira que tiene paciencia el hombre), y lo que es mejor aun, al hacernos la instalación tres semanas más tarde de la fecha en la que contratamos, ¡no nos aplicaron la promoción que nosotros firmamos, sino la de la fecha de instalación! Por supuesto, como imaginaréis, con esta nueva promoción nos salía todo más caro.
Nada, visitas a la tienda, llamaditas a la comercial, llamaditas al 1004… Hasta que el martes de la semana pasada, después de recibir la última factura, fuimos a la tienda, como nos indicó la comercial, para que nos resolviera el tema de una vez y cambiaran el código de la promoción para que nuestra factura viniera como es debido. El martes la chica me dijo que me llamaba al día siguiente.
Como a día de hoy (casi una semana después) aun no había llamado, le he llamado yo hoy a ver cómo estaba el asunto (porque, recordemos, ella me dijo que me llamaba al día siguiente). Y no va y me dice, atención, ¡que ese tema no es su prioridad, que tiene otras muchas cosas que hacer, que la prioridad son los clientes en tienda, que ahora mismo tiene un cliente delante y que ya lo va haciendo según tenga un hueco!
Vale, que no es su prioridad ya lo sé desde el momento en que firmé y salí por la puerta la primera vez, y sé también que si entra gente a la tienda la tienes que atender, pero, leches, ¿os parece normal decirle eso claramente a un cliente? Bueno, yo todavía estoy alucinando…
Yaaaa, claro, que como yo YA soy cliente, ya no importa cómo se me trate.
A ver, que yo no digo que mi reclamación tenga que ser su prioridad, (aunque también llevo ya tres meses con este tema), eso lo sé. Sé que una persona en el trabajo puede estar bien ocupada, pero decirlo así me parece bastante feo, ¿no?
Digo yo que hay maneras de decir las cosas. Si no has tenido tiempo, pues no lo has tenido, bien. Pero si a mí me dices que me llamas al día siguiente, me llamas. Y si no estás segura de que vas a poder, no me lo digas, porque yo voy a estar esperando.
Hay que mirarle el lado bueno. Al menos el cliente que estaba con ella en el momento, si es avispado, ahora ya sabe que si tiene algún problema no será su comercial la que se lo resuelva prestamente.